Amanece norte y me declaro insolvente de penas, mis cuentas y mis cuentos no son de banalidad, tampoco de incienso. Enramo jarcias violáceas en los indolentes vástagos de roble para formar un umbral que me de paso y me de nombre. Y detrás, encontraré un vergel alado de narcisos y emanaciones, este sueño, de una noche de verano.
Muy hermoso!
ResponderEliminarSALUDOS!